En Arequipa se tiene el más alto índice de población con residencia urbana. El censo del 2007, que registró un total de 1184761 habitantes, indicó 90.6% de población urbana y apenas 9.4% de población en el medio rural. La población estimada por el INEI para el 2012, de 1245251 habitantes, indicó una proporción similar entre población urbana y rural.
La gran mayoría de la población arequipeña tiene acceso a servicios básicos, debido a que existe un alto índice migratorio interno hacia la provincia de Arequipa, que concentra más del 75% de la población. El censo del año 2007 señaló un 25% de migración interna por lugar de nacimiento. Esto significa que la cuarta parte de la población arequipeña dejó su distrito natal para trasladarse a la capital del departamento o estar más cerca de ella.
Según cifras del INEI (2011), Castilla, Caylloma, Condesuyos y La Unión son las provincias que tienen menor población, presentan un mayor porcentaje de población rural y registran un índice de pobreza que afecta al 35% de sus pobladores.
En cuanto a la distribución de la población, si bien existe una mayoritaria población joven, se observa una disminución en la tasa de nacimientos, lo cual producirá en unas décadas el envejecimiento de la población. Para el año 2012 se estimó una población de 936464 habitantes en la bella capital del departamento lo que equivale al 75% de la población departamental.
Crecimiento de la población
La tasa de crecimiento de los censos del departamento ha descendido desde 3.1% (censo de 1980) hasta 1.6% en el periodo 1993-2007.
Distribución de la población por género y edad
Entre los años 2007 y 2011 la ligera superioridad estadística de la población femenina arequipeña ha ido disminuyendo. El censo del 2007 registró una ventaja de 1.6% de las mujeres sobre los varones (17625 individuos), mientras que las estadísticas del 2011 indicaron una diferencia a favor de las mujeres de apenas 0.57% (7125 individuos).
Población por provincias
La gran diferencia de población entre la provincia de Arequipa y las demás no es un fenómeno reciente. La capital del departamento ha concentrado las inversiones y las oportunidades educativas desde los inicios del siglo XX, lo que ha originado una alta tasa migratoria interna.